5 datos que debes saber sobre los protocolos del internet de las cosas (IoT)
Existen un sinfín de protocolos para el internet de las cosas. Descubre más sobre su funcionamiento y algunas consideraciones antes de elegir uno.
Como su nombre lo indica, el internet de las cosas (IoT) permite que miles de dispositivos inteligentes accedan a la red: smartphones, refrigeradores, lavadoras, estufas, sistemas de ventilación y un largo etcétera. De esta forma, permanecen interconectados y es posible controlarlos de manera remota.
La importancia de esta tecnología es tal, que con ella se pueden gestionar incluso empresas enteras. Pero, como todo en la vida, hay reglas que aseguran el correcto funcionamiento de los procesos. Así, en este artículo conocerás qué son los protocolos del internet de las cosas y lo que debes saber en torno a éstos. Con información de IoT Analytics.
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Leer artículo¿Qué es un protocolo IoT?
Los protocolos IoT son un conjunto de reglas que regulan la comunicación y la transferencia de datos entre las máquinas unidas a la red, permitiendo que se entiendan mutuamente y no existan errores en el procedimiento.
Imagen cortesía Deposithpotos
Piénsalo de la siguiente manera: si tú, hispanoparlante, intentas entablar una conversación con alguien que habla inglés, italiano, portugués o cualquier lengua que no comprendas, el intercambio de información será imposible para ambos y no llegarán a nada.
Actualmente, hay aproximadamente 12.2 millones de aparatos enlazados al internet de las cosas, lo cual significa que comparten cantidades inconmensurables de datos. Por lo tanto, si no fuera por los protocolos, todo dispositivo inteligente perdería funciones importantes de inmediato.
La popularidad de estas herramientas se ha incrementado considerablemente con el paso de los años. Por ello, es necesario tener en cuenta las siguientes consideraciones antes de implementar uno de estos procesos.
5 datos que debes saber sobre los protocolos del internet de las cosas (IoT)
1. No existe un protocolo IoT estándar
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El hecho de que no haya una estandarización global genera complicaciones entre los usuarios. Según un sondeo realizado por IoT analytics, el 73% de los encuestados señalaron que no les resultó viable escalar sus proyectos debido a la gestión de varios formatos y procedimientos.
¿El motivo? Hoy en día, el mercado está completamente fragmentado, ocasionando que surjan soluciones muy específicas dependiendo del giro al cual pertenezca el cliente. Por ejemplo, el uso de CAN es muy común en el ámbito automotriz, mientras que DNP3 y HART predominan en el sector de los servicios públicos y de la industria de procesos respectivamente.
Otros, como MQTT y NB-IoT (estándar LPWAN), son compatibles y funcionan juntos siempre y cuando se tenga una conexión eficiente; de lo contrario, los inconvenientes no se harán esperar.
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Por consecuencia, la necesidad de baterías en los dispositivos, la volumetría de datos y la estabilidad de la red son sólo algunos de los factores a considerar previo a tomar una decisión.
De hecho, si se analizan con mayor profundidad, es posible notar que los protocolos IoT están formados por capas, las cuales deben ser compatibles entre sí:
Panorama general de los protocolos IoT: de dispositivos a aplicaciones
Gráfico elaborado por IoT Analytics
La primera parte del gráfico representa la comunicación (conectividad, enlace, transporte, sesión, etcétera), mientras que el resto se enfoca en el procesamiento, el almacenamiento y las aplicaciones de la data, siempre con distintas alternativas.
Vale la pena resaltar que hay dispositivos muy específicos, los cuales únicamente aceptan protocolos propietarios. Éstos pertenecen a una sola organización o persona y, por lo tanto, no admiten software convencional que no esté ligado a ellos, a menos que seas dueño de un convertidor especial.
En conclusión, la compatibilidad es un punto sobre el cual es necesario trabajar con el fin de ofrecer una mejor experiencia y mayores opciones de interoperabilidad a los usuarios.
2. La adopción de protocolos IoT va en aumento
Imagen cortesía Depositphotos
A pesar de las adversidades, se estima que este tipo de procedimientos aumente en un 11% durante 2024 y 2025. La tendencia a la alza se ve especialmente reflejada en las soluciones brindadas por MQTT y CoAP, las cuales lideran el crecimiento.
Las dos alternativas se adaptan a los requerimientos de las redes IoT, consumen muy poca energía, otorgan mensajes de tamaño menor a través de una sobrecarga mínima y funcionan en redes con constantes pérdidas.
Otro ejemplo de la notoria popularidad del internet de las cosas es MQTT, una opción ideal para interconectar middleware y dispositivos, cuya demanda aumentará 29% en los próximos dos años. Por su parte, CoAP, enfocado en el emparejamiento de middleware y aplicaciones, crecerá 30% durante el mismo periodo de tiempo.
Por último, vale la pena resaltar AMQP, el cual pone a tu alcance los dos tipos de conexión antes mencionados, motivo por el que está ganando cada vez más terreno en el mercado del IoT.
3. La importancia del software
Imagen cortesía AWS IoT
La relevancia del software en la configuración de los protocolos IoT no debe tomarse a la ligera. Hace poco más de una década, la mayoría de los proyectos se concentraron en servidores on-premises, incluyendo el análisis y la visualización.
Mientras tenía lugar esta revolución, los expertos crearon diferentes herramientas a fin de administrar la conectividad, de las cuales destacan plataformas IoT, intermediarios, convertidores de protocolos y una enorme cantidad de middlewares.
En la actualidad, compañías como Microsoft Azure IoT y AWS IoT lideran el sector de las plataformas, en tanto que HiveMQ y ActiveMQ encabezan el rubro de los corredores. Por su lado, PTC Kepware y Matrikon son de los convertidores con mayor demanda en la industria.
4. La facilidad de uso y la confiabilidad son prioridad
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No pierdas de vista tus necesidades. ¿Requieres una solución centralizada e ideal para conexiones remotas de bajo ancho de banda? Entonces dale la oportunidad a MQTT. Su contraparte, DDS, se adapta mejor a las redes de alto rendimiento, sin contar que es más versátil y descentralizada.
De este modo, es muy importante comparar las especificaciones de cada alternativa disponible, además de tener en cuenta el nivel de intuición que brinda a los usuarios para utilizarlas, pues, de acuerdo con IoT Analytics, la facilidad de uso encabeza el listado de las 20 principales características de los protocolos, según un grupo de encuestados.
Cabe destacar que las grandes empresas también le dan una enorme relevancia a la compatibilidad con diversas soluciones y a la escalabilidad. En cuanto a PYMES, otorgan una prioridad mayor a los DevOps.
5. Elegir un protocolo IoT puede depender de varias personas
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De acuerdo con el 88% de los entrevistados por IoT Analytics, la gerencia de un corporativo tiene la decisión final al momento de escoger la alternativa ideal. Sin embargo, previo a la determinación definitiva intervinieron al menos seis departamentos más, entre los que destacan TI y finanzas.
Las diferencias son especialmente visibles si se ponen bajo la lupa regiones separadas. Así, las corporaciones norteamericanas han declarado que contemplan planes más colaborativos. En consecuencia, varias áreas estratégicas deliberan con el fin de tomar la resolución ideal.
En cuanto a las empresas europeas, el 94% de los encuestados señaló que los altos mandos ejecutivos se encargaba de elegir el mejor procedimiento IoT.
En conclusión
Imagen cortesía Depositphotos
En un mundo prácticamente tecnológico, el internet de las cosas se ha vuelto indispensable para la ejecución de múltiples tareas de la vida cotidiana, así como del sector empresarial.
La tendencia a la alza únicamente provocará que más personas requieran los servicios de softwares específicos, por lo cual es necesario estar bien informados antes de adquirir un producto de este tipo.
Como resultado, los adoptantes tendrán el conocimiento suficiente para seleccionar la herramienta que mejor se adecue a sus necesidades, les sea más intuitiva y confiable. Sólo así evitarán problemas de lenguaje e intercomunicación, los cuales influirían de forma negativa en sus proyectos.