Napoleón: reseña sin spoilers y galería del elenco
Napoleón promete ser una mezcla de drama y epopeya que deleitará a los entusiastas de la historia. Aquí nuestra reseña.

Napoleón es uno de los estrenos de cine en noviembre más esperados porque cuenta con la dirección de Ridley Scott, quien ya tiene experiencia en filmes con tintes históricos como Cruzada, Gladiador y 1492: conquista al paraíso.
A lo ya mencionado se le suma un cast de lujo encabezado por Joaquin Phoenix, Vanessa Kirby y Tahar Rahim. En Tarify tuvimos la oportunidad de ver la película antes de su estreno, por lo que en este artículo encontrarás nuestra reseña libre de spoilers y una galería interactiva del elenco.
Antes de empezar, dale un vistazo al tráiler oficial y conoce más sobre la trama de este proyecto que causa tantas expectativas en los amantes de la historia.
Napoleón: reseña sin spoilers
Año 1793: la monarquía en Francia ha caído. En la Plaza de la Revolución, María Antonieta es llevada a la guillotina, suena una pieza clásica que presagia su muerte y el pueblo clama por su ejecución mientras la blasfeman. Finalmente, cae la cuchilla sobre su cuello.
Está a punto de comenzar el periodo de “El Terror” y la Revolución Francesa se halla en su zenit. A lo lejos, un joven Napoleón observa el sanguinario espectáculo, ávido de gloria y de poder. Así comienza la cinta, apostando a lo grande, como los logros del futuro emperador.
A partir de este momento, el cineasta británico se encargará de resumir en un par de horas 48 años que abarcarán guerras, éxitos, tropiezos y la compleja vida amorosa del gobernante.
De esta forma, no pasa mucho tiempo para que Scott comience a explotar la jugosa trama del filme a través de uno de sus puntos más fuertes: las batallas.
Desde el primer enfrentamiento de Tolón, ver el empeño que el equipo técnico le puso al apartado bélico se convierte en un deleite técnico. Eso sí, no se guardan nada gráficamente hablando, por lo que la sangre, las vísceras y la desesperación de los heridos no faltarán.
Conseguida la victoria y el ascenso a general, inicia la primera mitad del largometraje que puede clasificarse como una emulación de los grandes conquistadores del mundo clásico.
En efecto, en la vida real y en la adaptación en la pantalla grande Bonaparte deja claro su deseo por imitar a Julio César y a Alejandro Magno.
Es aquí en donde, una vez más, el apartado visual y los efectos no dejan de sorprender al espectador a lo largo de las vastas conquistas del futuro Primer Imperio Francés. Prueba de ello es la conocida Batalla de las Pirámides contra el ejército otomano acontecida en 1798.
El esplendor de las construcciones egipcias siendo asediadas por el clamor de los cañones es simplemente espectacular. Pero esta no será la única ocasión en la que la magnificencia arquitectónica o de la naturaleza maraville al público.
Otra de las confrontaciones más conocidas y estudiadas a día de hoy por la brillantez militar es la Batalla de Austerlitz de 1805.
Ahí, el estrépito de las balas y la majestuosidad del paraje helado salen a relucir de nuevo gracias a una táctica impecable. No por nada fue la derrota que puso punto final al Sacro Imperio Romano Germánico y enfureció a los rusos, quienes más adelante harían arder el infierno en Moscú.
Naturalmente, al ser de las confrontaciones más importantes de las Guerras Napoleónicas, se complementan con una banda sonora que pone todavía más ambiente al fragor de la lucha.
Además de la fotografía de los enormes escenarios, también es digno de aplaudir la utilería y la ambientación basada en los inicios del siglo XIX. El mejor ejemplo de ello es la coronación sucedida en 1804.
El nivel de detalle en la indumentaria, el laurel que alguna vez rechazó el gran Julio César y la corona imperial como la que portaron figuras de la talla de Carlomagno y Carlos V le dan un toque elevado a dicha escena.
Lo mismo ocurre en diversos entornos de los que destacan el palacio real, las representaciones teatrales, los bailes y las reuniones características de la sociedad cortesana.
Lamentablemente, todo lo que sube tiene que bajar y en eso se enfoca la segunda parte de la trama, en la cual no ahondaremos con la finalidad de no revelar spoilers. Aunque, si eres un apasionado de la historia, seguramente ya sabrás por qué rumbo se encaminará la cinta.
Eso sí, vale la pena mencionar que el director se tomó ciertas licencias durante el desarrollo del rodaje del proyecto, por lo que quizá encuentres un par de ideas y elementos que llamen tu atención.
Un tema que merece su propio apartado es la complejísima relación del gobernante con Josefina, su amor eterno, y es imposible hablar de ello dejando de lado la sobresaliente actuación de Joaquín Phoenix y de Vanessa Kirby.
En cuanto a Phoenix, éste da vida a un Napoleón ambicioso, narcisista, controlador, excelente estratega y en ocasiones inseguro.
Por tal motivo, lejos de ser una epopeya centrada únicamente en los éxitos del César francés, Ridley no duda en sacar a relucir también sus defectos.
¿El resultado? Antes de llegar a ser el genio militar, Bonaparte inicia su carrera en calidad de oficial de rango menor, capaz de aterrorizarse en medio de una confrontación y de dar un suspiro de alivio tras obtener la victoria.
Y aun siendo un general consagrado, es propenso a hacer rabietas, a dejar clara su irritabilidad en distintas situaciones y a mostrar su incapacidad de asumir la responsabilidad de los fracasos en Waterloo.
Respecto a Kirby, el papel de Josefina de Beauharnais no pudo haber caído en mejores manos, pues supo cómo encarnar esa emperatriz de figura hermosa, inteligente, de carácter sensual y rebelde que tanto suelen transmitir las fuentes históricas y las pinturas.
Por supuesto, la personalidad de ambos dio origen a un amor que, a pesar de rallar en lo tóxico y de la apremiante tensión por conseguir un heredero al trono, perduró hasta el final de los días de los ex monarcas de Francia.
Lo ya mencionado añade un toque un tanto dramático que, si bien dista mucho de la sangre y la violencia vista en el campo de guerra, es una trama de vital importancia para la narrativa, tanto por el peso histórico mismo de Josefina como por el valor del personaje para el largometraje.
Quizá uno de los puntos débiles es la duración de la película. Aunque se extiende por 2 horas con 38 minutos, el propio Scott asevera que tan sólo es la mitad de lo que él tenía planeado al inicio.
En consecuencia, queda claro por qué se dejaron fuera puntos clave de las campañas napoleónicas, de las que destacan la incursión completa en Egipto y Siria, además del enfrentamiento contra España, por poner algunos ejemplos.
Por el contrario, unos episodios más se desarrollan de una manera un poco precipitada, sin profundizar mucho.
Dicho esto, ¿vale la pena darle una oportunidad a la cinta? La mayoría de las personas ha leído sobre justas de la talla de la Guerra de Troya, la defensa de los 300 espartanos o las incontables revueltas independentistas alrededor del mundo.
Pero, ¿y si, en lugar de imaginar las batallas, te fuera posible estar ahí para ser testigo de ellas en su máximo esplendor? ¿Y si hubiera una manera de conocer a un personaje que cambió el curso de la historia, incluyendo los aspectos más íntimos de su vida privada?
Con las claras licencias que se toma, Napoleón te pondrá frente a los momentos clave que propiciaron la aparición, ascenso y caída de uno de los mandatarios más conocidos del planeta, al tiempo que adereza su narrativa con una banda sonora extraordinaria y la elogiable actuación de un reparto actoral de lujo.
Napoleón: fecha de estreno
Napoleón se estrenará el jueves 23 de noviembre de 2023. Mientras tanto, recuerda que en Tarify te ayudamos a comparar y ahorrar para que puedas disfrutar de lo mejor del cine en casa.
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