¿La Inteligencia Artificial destruirá a la civilización?
Elon Musk afirma que la carrera por la Inteligencia Artificial está fuera de control y podría destruir la civilización. ¿Es esto posible? Te lo decimos.
Durante una entrevista con la cadena televisiva Fox, Elon Musk mostró su preocupación por la Inteligencia Artificial debido a que tiene el potencial para destruir a la civilización tal y como se le conoce.
Aunque la IA está revolucionando diferentes industrias, hay quienes temen que se les salga de las manos a los seres humanos y desemboque en consecuencias fatales. Pero, ¿de verdad es factible un futuro distópico por culpa de los avances tecnológicos? Te compartimos la respuesta a continuación.
Tal vez te interese...
10 tendencias en IoT y Telecom en 2023 | PandaAncha,mx
www.pandaancha.mx
Leer artículo
Inteligencia Artificial: ¿un arma de doble filo?
Para dimensionar la magnitud del tema, de acuerdo con las palabras del propio Musk, la IA es incluso más peligrosa que el mal diseño de un avión o la manufactura defectuosa de un automóvil. A pesar de la catástrofes que esto generaría, no se comparan con lo que la Inteligencia Artificial es capaz de provocar: el colapso de la humanidad.
Imagen cortesía Depositphotos
Si bien las declaraciones podrían sonar exageradas y hasta conspiranóicas, el dueño de Twitter no es el único que ha expresado su temor. De hecho, se sumó a una larga lista de especialistas que firmaron una carta para pausar el desarrollo en materia de IA, de los cuales destacan:
- Yoshua Bengio (ganador del Premio Turing)
- Stuart Russell (profesor y experto en IA)
- Steve Wozniak (cofundador de Apple)
- Yuval Noah Harari (autor)
Según Musk, la Inteligencia Artificial debe ser regulada ahora que es posible y no cuando ya sea demasiado tarde. En este punto vale la pena preguntarse a qué se refiere exactamente con “demasiado tarde”.
Imagen cortesía Depositphotos
Existen diferentes maneras en las que la tecnología se volvería en contra de sus creadores. Una de ellas es el remplazo del capital humano por máquinas debido al aumento en la productividad. Ya no sólo es la fuerza de la gente la que se sustituye, sino también sus capacidades intelectuales.
No obstante, igualmente está presente la alternativa de la que has sido testigo en numerosas películas y libros de ciencia ficción: aquella en la cual los softwares cobran una conciencia propia.
Al respecto, Eliezer Yudkowsky, uno de los pioneros del sector, asevera que una IA hostil poseería un intelecto millones de veces superior que la de una persona común. Asimismo, no pasaría mucho tiempo antes de que decidan salir del mundo virtual.
Imagen cortesía Depositphotos
A ello es necesario sumar peligros mucho más tangibles para la actualidad, entre los que destacan el aumento de ciberataques impulsados por programas inteligentes o tragedias producidas por armas autónomas.
Precisamente, Geoffrey Hinton, también llamado “El Padrino de la Inteligencia Artificial”, renunció hace unos días a su puesto en Google para hablar sobre estos riesgos de la IA con total libertad. En adición, afirma que se consuela pensando “si no lo hubiera hecho yo, habría sido alguien más".
Sin embargo, igualmente está la cara opuesta de la moneda: quienes aseveran que lo anterior está muy alejado de la realidad. Por ejemplo, Santiago Sánchez-Migallón Jiménez, especialista en Filosofía de la Inteligencia Artificial, clasifica dichas hipótesis como falacias, pues no hay nada que conecte el boom de la industria con el fin de la humanidad.
Imagen cortesía Depositphotos
Asimismo, sería imprudente dejar de lado los beneficios que vinieron de la mano de la innovación en un sinfín de campos. Por ejemplo, la educación, los smartphones, el AR/VR, la movilidad, la medicina y un largo etcétera.
El debate está abierto no sólo con los expertos, sino además con los usuarios de internet, los cuales se decantan entre uno y otro bando con sus propios argumentos. Entonces, ¿quiénes tienen la razón?
Si bien por ahora el escenario en donde las máquinas se revelen contra la gente es improbable, ambas teorías son factibles. El objetivo que persiga la IA dependerá de sus programadores, por lo que dicha circunstancia es posible y obtendrá respuesta con el paso de los años.
La IA podría ser peligrosa, pero Musk seguirá invirtiendo en ella
Aunque Elon ve a la IA como una potencial amenaza, destacó sus esfuerzos por fundar un contrapeso para las opciones creadas por Google y Microsoft. Se trata de TruthGPT, un software que buscará la verdad máxima y se preocupará por entender el universo.
Imagen cortesía Depositphotos
Ésta no es la primera ocasión en que el magnate se involucra en un proyecto así, ya que fue uno de los miembros fundadores de OpenAI, creadora de ChatGPT, herramienta de la cual Musk señala que no es nada de lo que él pretendía al inicio del desarrollo.
A ello se le suman sus deseos por implementar IA en Twitter con el objetivo de detectar y evidenciar la manipulación de la opinión pública en la red social. De manera similar, Tesla organiza su propio día de la Inteligencia Artificial: el Tesla Day.
Por si fuera poco, Musk reveló que está en planes de fundar una startup de IA generativa para hacerle frente a OpenAI. Por ello, está trabajando junto con investigadores e ingenieros, además de buscar inversores, hecho que encaja a la perfección con el reciente lanzamiento de X.AI.
Entonces, ¿la Inteligencia Artificial puede destruir a la civilización?
Imagen cortesía Depositphotos
El progreso aterra, es algo natural. El no saber a lo que te enfrentarás en el futuro produce cierta ansiedad y deseos de retrasar los avances. Lo que es peor: el miedo se intensifica cuando un descubrimiento que supone un potencial peligro, real o irreal, avanza de una manera tan rápida.
Las ramificaciones de un sector tan apasionante y contraproducente como el de la Inteligencia Artificial son incontables. Hay escenarios hipotéticamente buenos y malos a la vez. Igual que en cualquier aspecto de la tecnología y de la vida en general, siempre existen dos caras distintas de una moneda.
En conclusión, ¿la IA puede poner en riesgo la humanidad? La respuesta es sí, en la misma medida que es capaz de beneficiarla. Todo depende de las manos en las que caiga, de quién la comprenda y cómo desarrolle sus programas basándose en su funcionamiento.
